Resulta que han pillado a unos etarras en Portugal porque se dieron a la fuga en un coche patrulla. El caso es que lo siguieron varias patrullas y, finalmente, la policía portuguesa (con un nombre largo que no recuerdo) lo detuvo. Hasta aquí una noticia más o menos normal, sin más florituras. ¿Saben por qué pudieron atraparles sin complicaciones? Pues porque todos los coches policía incorporan un sistema GPS. Obviando lo llamativo que es el hecho de que los etarras desconocieran este hecho, ni siquiera me voy a reir del presunto asesino hijo de puta que conducía el coche, me voy a reir del puto encargado de prensa, redactores y periodistas involucrados en el proceso de que esta noticia haya salido en los medios. Si las fuerzas del estado han podido emplear un elemento desconocido por los criminales (el GPS del coche patrulla) para atraparlo, ¿no es de Gilipollas, de Patán, de Subnormal… el gritarlo a los cuatro vientos? «Es que es de cajón que lo lleven», dirán muchos. Pues yo no lo sabía, la verdad. Y lo más importante: los etarras tampoco. Una vez te lo dicen, lo ves como algo más que comprensible y que no despierta sorpresa, pero no lo sabían. ¿Llegará el día en que entrevistemos a los agentes infiltrados en ETA o cualquier organización terrorista en pro del supuesto «derecho a la información»?